Mi Campo de Girasoles

lunes, 25 de junio de 2007

MI NIÑA RABÚA




A veces, me sorprendo a mi misma con cara y ojos de yo qué sé..., "rabúa" me decía mi padre cuando era muy muy chica; después, cuando fui un pelín mayor, me siguió llamando "mi niña rabúa", por esa mezcla de picardía y dulzura que decía verme en la cara. Luego, me hice mayor y mi padre dejó de llamarme absolutamente de ninguna forma, supongo que me hice intratable para él y quizá para mucha más gente. El caso, es que ya pasé la infancia, la adolescencia, y no estoy segura de haber pasado aún a mejor vida, lo digo por esa sensación de plenitud y bienestar que dice disfrutar la gente madura y que yo no consigo saborear... y ahí estoy muchas veces con esa misma cara, que no se sabe bien si soy buena buenísima o mala remala. ¿El don de la ambigüedad o el pecado de la dualidad??