BENDITA MALEZA

Durante varios años estuve visitando de vez en cuando este lugar. Pasaba al lado de este coche y veía cómo se lo comía la maleza. A veces, me olvidaba de que estaba ahí y, cuando volvía a verlo, me maravillaba al comprobar que había desaparecido un poco más. La verdad es que me hacía bastante gracia, tanta que tengo su foto guardada en una selección de fotos especiales para mí. Hoy volví a ver la foto y quise publicarla en este blog. Vi algo más que la foto. He podido ver e interpretar cómo la vida arrasa con todo. Es verdad que cuando la muerte y la desgracia asoman su cara, todos, absolutamente todos, vemos los nefastos resultados. Las riadas, los seísmos, las tormentas, los huracanes... al igual que la incultura, son fenómenos escandalosos y presuntuosos que, además, matan haciendo mucho ruído y, en definitiva, haciéndose notar.
El poder de la vida, en cambio, es tan grande como modesto. Silenciosa y generosamente, la vida se crea de la nada, crece atrapándolo y envolviéndolo todo, nutriéndose de lo que encuentra a su paso, transformando lo que ya había, si había algo..., llenando con su presencia todos y cada uno de los rincones de este mundo. Al final, se llevaron el coche. Quedó la maleza.....