MI AMIGA MACARENA

Mi amiga Macarena era una de esas personas con las que te gusta estar, entendiendo el verbo estar en su acepción más general. Da igual lo que estuvieras haciendo, con ella te lo pasabas bien, o simplemente te sentías a gusto. Con ella incluso llegué a ver “Papá Piquillo” un sábado por la noche. Yo, fiestera hasta la médula, de las de volver a casa al amanecer con los riñones destrozados de bailar, podía ver una peli de Chiquito con mi amiga Maca y no echar de menos la calle. Te contaba la vida de una manera tan peculiar que la cosa más insignificante tomaba un halo de misterio sólo propio de ella. Por no hablar de las cosas que le ocurrían… te partías de la risa. Era la única persona que conozco capaz de tararear mi canción preferida del LOVE PARADE ( y eso es difícil de narices ). No tenía nada suyo, siempre lo dio todo, sin escatimar en sonrisas y en buenas palabras. A veces pienso que se fue de este mundo porque de tanto entregar a los demás se quedó sin nada… mi amiga Maca era única… creo que nunca se lo dije… es curioso cómo aun puedo oír su risa siempre que quiero, sólo tengo que cerrar los ojos, apretarlos fuerte y pensar en ella, enseguida la oigo y sonrío. Desde donde está sigue inyectando vida, como siempre. Hubiera alucinado con mi blog, y con mi coche de segunda mano y con todo lo que sospechara que me hace ilusión, por muy tonto que parezca, porque ella era feliz cuando sus amigos lo eran. Este es mi pequeño homenaje a mi amiga la súper coqueta, la de los ojos color de cielo y la risa de ángel.