NO ES TAN FIERO EL LEÓN COMO LO PINTAN

A veces, no queremos que los demás vean lo vulnerables que somos y nos escondemos detrás de una sonrisa rara y unas gafas de sol… Nos pasamos días, meses y, en el peor de los casos, años, pensando convencidos que la realidad que vivimos es la que nos gusta o, simplemente, queremos aparentar dureza y frialdad porque así parecemos más maduros, pero lo único que hacemos es no dar la cara a la verdad que cada uno guarda dentro. Estos días son días de paz, de amor, de sinceridad y generosidad o, eso dicen, yo creo que son días como tantos otros, aunque haciendo caso a la generalidad mundana, podríamos, al menos en estos días, descubrir nuestros ojos de gafas oscuras y sobre todo de prejuicios morales que no dejan que seamos claros con nosotros mismos. Hay muchos leones de trapo y muy poco que celebrar en Navidad.