Mi Campo de Girasoles

domingo, 31 de diciembre de 2006

FELIZ 2007


Doce campanadas, una por cada mes, una por cada mitad de cada día, una por cada uva que nos arrastra sin tregua a otro año… doce pasos hacia delante, o doce secuencias ya vividas, doce propósitos, doce arrepentimientos, doce posibilidades que no culminaron o doce palabras que no debieron pronunciarse. Dicen que cuando vas a morir toda tu vida pasa delante de tus ojos a una velocidad que ni la luz conoce… yo debo morir cada año un poco… cuando las doce campanadas acaban, todos gritan y ríen y se felicitan el año; yo trago fuerte para apartar el nudo que aprieta mi garganta antes de besar a mi madre y al hacerlo poder entender que mi vida ese año sí tuvo sentido, aunque hayan tenido que transcurrir 365 días para ver que lo más grande de la vida no es siempre lo que más abulta. Sólo deseo que al acabar el año, todos hayáis encontrado un motivo de peso para seguir en este mundo.