Mi Campo de Girasoles

martes, 23 de enero de 2007

EL PODER DEL PRETÉRITO




Los hubieras, hubieses, los pasados imperfectos, los perfectos… asustan. Se agarran a las entrañas para quedarse ahí. Ni el futuro más inmediato los puede despegar… Hay pretéritos irreversibles, presentes que podrían haber sido y que no fueron, pasados que fueron y quisiéramos que nunca hubieran acontecido, deseos que si llegaran o llegasen a hacerse realidad dejarían de serlo para desvanecerse en la nada. Cuando se estudian las conjugaciones y sus tiempos uno no llega del todo a comprender para qué necesita una persona conocer a la perfección el pretérito perfecto del subjuntivo de cualquier verbo… todos creemos entonces que, como las raíces cuadradas, nunca necesitaremos usarlos; son tiempos verbales que se hacen intragables cuando somos pequeños y que aún nos flagelan más cuando alcanzamos la madurez. Son los tiempos del fracaso…, son las acciones que se tiran a un pozo para nunca salir de él, son las lamentaciones del alma, los complejos y las cobardías, el resentimiento y la ira, lo que realmente anhelamos ser frente a un presente real que espera un futuro incierto plagado de condicionales … Sin duda, cualquier frase que comience por un “si hubiera…” no debería jamás ser pronunciada…

1 Comments:

At 8:29 a. m., Blogger Dr. Macacus said...

Ignoro el camino que la guió a mi humilde bitácora tercermundista, pero me alegro mucho de conocerla. Por su sonrisa y palabras puedo instuir que es una persona muy encantadora.
La seguiré visitando,
Hugo Espinoza, robot de protocolo interestelar.

PS: "La felicidad supera en altitud lo que escatima en longitud"
(Robert Frost)

 

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