A MAL TIEMPO BUENÍSIMA CARA
En fin, no siempre llegan las cosas como uno desea, de eso entiendo yo un poco… No me considero una persona desafortunada y suelo sonreír un promedio de cincuenta veces al día cuando todo va normal y el triple cuando me lo paso bien, así es que no tengo por qué quejarme. Además, sigo teniendo dos brazos, dos piernas, dos de todo de lo que hay que tener dos; sigo teniendo ganas de comerme el mundo, sigo dando cariño cuando me lo piden y cuando no, y sigo enamorada de la vida a pesar de que ella a veces me ignora. Sin embargo, a veces, he llegado a pensar que debe haber alguien muy aburrido en algún lugar de mi micromundo que se dedica a encenderme velas negras sin parar. Algunas las debe de apagar el viento, pero otras no… acaso es normal que en tan solo cuatro días desembolses casi 700 euros en dos multas consecutivas?... por no hablar de mi poco fructífera predisposición a ahorrar algo de pasta justo cuando todo el mundo se empeña en que le devuelvas lo que le debes ( coño, que salen acreedores de hasta de debajo de las piedras ), si a eso le sumamos las pérdidas materiales que he ido acumulando en los últimos meses ( siempre me quedará mi riqueza interior… ), qué tenemos? pues lo que hemos tenido siempre: sigo siendo esa chica proletaria que hace las cuentas en un papel el día 2 de cada mes para llegar con dignidad al día 30.
Emocionalmente hablando, tampoco tengo preparada una caja de cohetes para lanzar cuando termine de escribir esto…, es decir, se me va cayendo el alma a cachos y ese que dicen que tira las flechas se lo debe de estar pasando en grande conmigo. Nadie me espera al terminar el día y nadie me empuja con un beso a empezar el siguiente…, bueno sí, esa muchacha menuda que cada mañana me mira con ojos brillantes y me sonríe en el espejo… ay coño! que esa no cuenta… bueno, pero es graciosa…
En lo profesional, abundan las vacas flacas, pero por lo menos hay vacas… podría ser peor. Y en cuanto a salud, no paro de menguar, ay dios! que nunca fui grande… me estaré desintegrando? , que dentro de poco me voy a tener que comprar la ropa en el Kiddy’s Class!!! que ya no puedo ni donar sangre!!!!!
Exagerándolo un poco, y echándole humor a la vez ( que de eso voy sobrada ), si tuviera que poner un título de película a esta vida mía que no da lugar al aburrimiento la llamaría “Una serie de catastróficas desdichas” que, por cierto, me encanta la peli.
Pequeñas cosas, unas detrás de otras, que hacen que mi vida sea emocionante, surrealista y almodobeña. Hoy me encuentro cinco perritos moribundos en un contenedor, mañana conduzco un trailler, pasado recojo el coche del depósito municipal, dos días antes me deshago desinteresadamente de 4 puntitos ridículos de mi permiso de conducir ( 47 kilillos de masa corporal y un Barceló con cola es lo que tienen….), de madrugada, en vez de dormir, me dedico a sacarle a mi perra de la boca una horquilla de mi propio pelo que casi la mata de asfixia mientras ese veterinario acabado de levantar y de ojos hinchados la sacude violentamente y me dice: “no pasa nada mujer, esto es un sustillo na más”… claro, un sustillo na más, no te jode… total, qué es para mi un sustillo?
Lo que está claro es que la sangre corre por mis venas, que me lo paso en grande viviendo mis aventuras y contándolas luego, que con el tiempo he aprendido a llorar de emoción y nunca por sentirme desgraciada y que ojalá mi vida siga siendo genuina y nunca sea como la de nadie.
Y un inciso, no creo en la mala suerte ( ni en la buena ). Todo lo que a simple vista parece un contratiempo puede ser un disfraz del bien y todo lo que parece bueno a primera vista puede resultar realmente dañino. En lo que sí creo es en que todo sucede por y para algo, a veces comprendemos esto de inmediato y otras veces lo entendemos con el paso del tiempo. No hay mala suerte, hay una consecución de acontecimientos necesarios para que luego vengan otros y luego otros y luego otros…. y así hasta el infinito…
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