MIS NIÑOS
Quiero dedicar de nuevo un post a David y por vez primera a Diana. Ellos han sido mi micro familia durante un tiempo. Quiero darles las gracias por aguantarme antes que nada. Por soportar mis relatos telenovelescos a cualquier hora del día, por acogerme como concursante reserva de Gran Hermano y hacerme permanecer hasta la gran final..., por no rechistar ante mis manías de exhaustivo orden y simetría total en todo lo que hago, por amenizar mis sobremesas, mis ratitos nocturnos y mis mañanas malhumoradas. Echaré de menos todo. Echaré de menos el atragantamiento de Diana cuando se cepilla los dientes, el bolso de David siempre rodando por la casa, la cafetera con el café para ellos dos, probablemente no vuelva a ver más un capítulo de "Fama" al mediodía ni tenga que reñir a mi Pupi para que no se suba en la falda de nadie. Probablemente también , cada vez que vuelva a hacer un salmorejo me acordaré de David para el resto de mi vida y, es posible, que en un tiempo no tenga con quien hablar al llegar a casa después de un día de mierda. Los echaré de menos mucho, seguro.
He tenido las dos opiniones, me refiero a que, una vez, o incluso más de una, me han llegado a decir que soy fría como el hielo y dura como el acero, puede ser... no soy besucona, ni cercana a la hora de dar un abrazo... y también escuché comentarios dispares en cuanto a lo emocional que puedo llegar a ser. No lo sé, la verdad, pero sí es cierto que todo lo que aflora en mis líneas es parte de lo que se mueve en mi interior. Hoy se mueve penita y angustia. Angustia porque, de nuevo, ando de mudanza, incluso como decía mi amigo Paco de mudanza interior, y aún no sé qué me deparará la vida, y penita porque dejo una casa espectacular, una ciudad maravillosa y dos compañeros de piso que podrían ser mis hermanos. Nunca me los comí a besos, ni me enfadé con ellos, pero jugamos a los anuncios, fuimos a tomar cañas, trabajamos juntos, nos reímos hasta llorar, nos contamos historias, compartimos un tiempito de nuestra vida al fin y al cabo y sinceramente, me duele saber que dentro de dos días ya no escucharé las zapatillas de Diana arrastrándose hasta el cuarto de baño por la mañana antes de tomar su café o la tosecilla de David ya entrada la madrugada cuando el sueño casi le puede...
En serio, chicos, siento mucho no poder deciros estas cosas sin más, sin blog y sin narices, pero... ya vistéis lo rarita que puedo llegar a ser, así es que rarita o no, sólo deciros que os quiero mucho y que, si lo bueno si es breve es dos veces bueno, para mi fue rebueno, es una pena que todo haya cambiado tan rápido, pero yo me siento muy orgullosa de haber vivido encima del asador de pollos con vosotros dos y no con nadie más. Mil besitos para cada uno.
3 Comments:
Que bonito lo que pones, niña, la verdad es que se os veía super unidos, el rato que pasé con vosotros aquel viernes de una noche de marzo fue un rato ameno, agradable, es una pena que el dinero rompa este tipo de cosas. Espero que mantengais el contacto, os llameis y os veais de vez en cuando. Un beso grande y ... hermana apaga la vela!! ;)
No sabia hasta hoy q se podia comentar, q inculta por dios, jejeje.Decirte una vez mas que me emocionó mucho tu post. Hoy me he acordado de ti ya que es martes y toca programita para la experta en musica, eh?? yo tambien echare de menos esos buenos ratos.Nos veremos pronto. Un beso guapa y suerte, porque te la mereces. Diana.
david
Voy a narrarte una historia que ocurrio en un lugar no muy lejano...
Erase una vez en un pais llamado Jerelandia, que era conocido en todo el reino por sus ricas tierras, sus vinos mágicos espirituosos y sus festejos
dedicados a los mamíferos équidos ungulados. En este pais, por una serie de combinación de circunstancias imprevisibles e inevitables, llegaron a morar
3 personajes singulares y mágicos en un castillo arrendado por la bruja " pija del norte" y su marido el jurisperito "abogado del diablo".
Cada uno de los habitantes del castillo tenian un poder único e intransferible, por ejemplo Nuria conocida por los lugareños del reino como la dama de
la Nureina, sustancia química y natural que segregaban sus organos vitales capaz de hacerla aguantar y resistir situaciones nunca vista por el ojo humano,
capaz de ordenar el castillo con solo un abrir y cerrar de ojos. También tenia en su poder una máquina especial llamada "termomitrón" que tenia guardada en
las mazmorras y tenia la capacidad de hacer cualquier tipo de plato, ya sea víscera al vino espirituoso, o una dulce crema de citrón delicatessen de los
paladares más exquisitos.
Otro de sus habitantes del castillo era Diana conocida como la dama azul llamada así por su grandes ojos azules que eran capaz de hipnotizar
a cualquier hombre con solo mirarlo, ella también tenia el poder de ordenar el castillo en cuestión de segundo, pero aveces solia ordenarlo con
una serie de conjuros y palabros dedicados al tercero de los habitantes del castillo llamado David.
David, conocido en el valle como el caballero de los huevos pesados, tenia el poder de desordenar todo lo ordenado, tenia en sus aposentos secretos ocultos
que nunca vieron la luz del dia y tenia la capacidad de engullir cantidades desorbitadas de alimentos en un solo dia.
El castillo era uno de los mas grandes del reino y el más seguros, porque además de estar ubicado en una zona estrategica, estaba guardado por una perra
que con solo mirarla hacia retroceder al caballero más osado. La perra se llamaba "cerberopupi" tenia dientes afilados como espada y ojos de lince, pero
era una buena mascota que solo lo habitantes del castillo sabian la palabra mágica que la domaba "pupibaja".
Los 3 personajes eran humildes trabajadores y esclavos del malvado qualypulus que tenia su gran palacio a solo unos metros de su castillo, pero estaba
lo suficientemente lejos como para tener que coger sus caballos diariamente para desplazarse. Este maligno y perverso ser, tenia envidia de los poderes
que le habian otorgado la naturaleza y fue precisamente su animosidad la que hizo que los expulsara del reino.
Aunque la historia no tiene un final feliz, se que un dia volverá la batalla por sus tierras y sé que ganarán la guerra y aunque nunca hicieron
perdices en la termomitrón se que viviran felices, haciendo y comiendo salmorejos para siempre.
Dedicado a mis niñas Diana y nuria. Un besote
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