Mi Campo de Girasoles

jueves, 21 de enero de 2010

LAS MEDIAS PERSONAS???


Lo de la media naranja como que no lo entiendo… y no me refiero a que no entiendo por qué cuesta encontrarla o por qué a veces ni se encuentra y ese tipo de cuestiones amatorias. Me refiero a que yo no soy una fruta, menos una naranja y menos aún estoy por la mitad… Para no pecar de pedante, me he tomado la libertad de indagar acerca del origen de la expresión amorosa “media naranja” y la explicación aún me ha convencido menos… Contaba Aristófanes que, en un principio, la raza humana era casi perfecta. Los seres eran esféricos como naranjas; tenían dos caras opuestas sobre una misma cabeza, cuatro brazos y cuatro piernas que utilizaban para desplazarse rodando. Estos seres podían ser de tres clases: uno, compuesto de hombre más hombre, otro de mujer más mujer y un tercero (el 'andrógino'), de hombre más mujer. Hombre, aquí hay que aplaudir a Aristófanes por dejar su sitio a la libertad sexual, eso sí… y siguiendo con su historia: su vanidad les llevó a enfrentarse a los dioses creyéndose semejantes a ellos. Zeus los castigó partiéndolos por la mitad con su rayo; y mandó a Hermes que a cada uno le atara la carne sobrante en torno al ombligo ( vaya tela la mala leche que gastaba Zeus…). Ya repuestos, los seres andaban tristes buscando siempre a su otra mitad, y si alguna vez llegaban a encontrarse con ella, se enlazaban con sus brazos hasta dejarse morir de inanición… Zeus, compadecido por la estirpe humana, ordenó a Hermes que les girase la cara hacia el mismo lado donde tenían el sexo, de este modo, cada vez que uno de estos seres encontrara a su otra mitad, de esa unión pudiera obtener placer y, si además se trataba de un ser andrógino, pudieran tener descendencia. Mmmm… pues que me perdone Aristófanes, pero no, a mi la historia más bien me suena a campaña política para el fomento del crecimiento demográfico de la época.

Bueno, pues eso, que ahora sí que no, ya lo tengo claro clarísimo. Lo dicho, no soy una fruta ni me falta nada. No creo que tengamos que buscar nuestra otra mitad… entre otras cosas, porque eso significaría asumir que estamos incompletos; tampoco estoy haciendo apología de la prepotencia, puesto que sé de sobras que todos necesitamos del resto de seres vivos, ya sean animales, plantas e incluso humanos…para poder disfrutar de una vida digna. Compartir esta vida digna con los demás es bonito y espectacular y, nos guste o no, necesario, pero hasta que no nos sintamos como “naranjas enteras” ( yo prefiero la pera, pero bueno…) difícilmente seremos capaces de sentirnos complementados, que no completos, por otros.

No hay que encontrar a “la media naranja”, más bien a “otra naranjita” que disfrute de tu presencia tanto como tú de la suya. Con lo fácil que es y lo difícil que nos empeñamos en hacerlo…

2 Comments:

At 4:16 p. m., Blogger AdR said...

Yo lo que sé es que en la época clásica se aburrían mucho, pero mucho mucho.

Y creo que eso que le mandó Zeus a Hermes, para que hiciéramos los humanos (eso de que uno volviera la cara al sexo del otro), es un 69 como la copa de un pino.

Ah, y a mí me gusta partir las naranjas por la mitad para comérmelas.

Besitos.

 
At 9:40 a. m., Anonymous juan luis said...

Eres la pera!!

 

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