QUERIDO INDI:

INDI ( 10/04/1993 - 02/11/2007 )

El primer día sin ti fue bastante raro. Apenas hablábamos por miedo a nombrarte. Nadie tropezó contigo en el pasillo y cuando volví del trabajo con la angustia de saber que ya no estarías nadie me pidió de mi almuerzo, hoy te lo habría dado entero, porque apenas pude comer... No sentí tus pasos cansados y tu respiración quebrada persiguiéndome por la casa. Tampoco pude desahogar mi ira de humano cansado de la vida con nadie que no rechistara... y la casa olía asquerosamente bien, no noté ese olorcito suave y cálido a perrito viejo. Te gustará saber que fui fuerte, sólo lloré por la noche, aguanté todo el día como pude...

La pequeña Pupi preguntó por ti. No supe qué decirle. Estuvo inquieta, olisqueando la casa, sobre todo el rinconcito de al lado de la puerta del salón, sí, el rinconcito desde el que te oí suspirar y quejarte un poquito las últimas noches... creo que buscaba tu camita por si le habías dejado algo en ella. Pero no te preocupes, la llevé a la playa un rato para que no estuviera triste y le conté cómo me acompañabas tú cuando ella ni siquiera había nacido. No está enfadada contigo porque nunca jugaras con ella, ya comprendió que eras viejito y... entre tú y yo...., también sabe que siempre fuiste un poco gruñón, y no le importa, ni a mi tampoco, te queremos así.

Y dime, ¿qué harás ahora?, supongo que ahí vas a estar mucho más saludable, seguramente tengas mucho tiempo para jugar con tu pelota de tenis, que ya hasta se te había olvidado cómo hacerlo... También podrás cantar, ¿te acuerdas?, qué risa cuando lo hiciste la primera vez, sí ya sé, luego con tanta tos ya no tenías ganas, pero no te preocupes, ahora serás libre de todo eso y podrás cantar y ladrar, y verlo todo de nuevo, y escucharás hasta el grillo más tímido del campo más lejano, seguro.

Oye, las caricias que te regalé el otro día antes de irme a trabajar, ya sabes, cuando tuvimos ese momentito tan lindo tú y yo, justo antes de que partieras, iban muy en serio eh? vale que últimamente no te dijera a cada momento que te quería y todo eso pero tienes que saber que me rompiste el alma, no creí que hablaras tan en serio cuando empezaste a decidir que te ibas... no sé, después de tantos años... ha sido duro.

Tengo que pedirte otra cosa, no le digas a nadie que a veces te hablé un poquito mal... ya me conoces, me pierde mi mal genio. Sólo diles que te traté así porque te quería tanto que eras como uno más de la familia y que por eso, a veces, el exceso de confianza me llevó en cierta manera a la dejadez, pero no te asustes, eso pasa también con los humanos... es que somos así de animales, ya ves qué cosas.

En fin, Indi, espero que estés bien, y nada, que te quiero, te quiero muchísimo. Desde casa te enviamos el besito más fuerte del mundo,

Núria ( bueno, "La niña" )