QUÉ FUERTE...!!!!
Realmente no sé que edad tendría aquella personaja que parecía haber salido de "Yo soy la Juani"..., el caso es que la tía era más larga que mandada a hacer... uy qué miedo daba!, era la típica niña de barrio conflictivo, de esas que te da apuro mirar de frente y todavía más reparo mirar de reojo..., de las que comen chicle con la boca abierta y se ríen como Cruella de Vil pero en versión mega ordinaria... Allí estaba ella, con su amiga manipulable, su abuela octogenaria y su madre aparentemente resignada, las cuatro pasando un diíta de playa. Unas cuantas sillas, sombrilla de propaganda y neverazo hasta las trancas de tinto. Y venga un tintorro, y otro, y luego otro, y el sol pengando ahí en toda la chepa a eso de las cinco de la tarde en el mes de julio... vaya tela angelito... y la madre, de repente "¿tú qué es lo que llevas ahí colgao to er día en el cuello?", y la niña con un chivatillo cargado de costo para reventar... "ná, mamá, ná... tú es que no confía en mí o queeeé?" y la risa esa espasmódica a lo Cruella otra vez...
Y cogen la abuela y la madre de la criatura y se levantan..., lo propio vamos, el paseíto por la playa, que andar por la orilla es muy bueno para las varices... y ahí que se quedan la niñata líder y el brazo ejecutor de su amiga. Y llega un morito. Inocente, trabajador, sudoroso, con ojos de perrito abandonado... y más salido que el pico de una mesa! Se planta el tío ahí con sus gafas, sus pareos, sus carteras... y no llevaba a su madre para venderla porque probablemente ya no cabía en la patera..., y yo que no quería meterme en las conversaciones ajenas, yo que sólo quería reposar sobre mi toalla, yo que intentaba cerrar los ojos a ver si recuperaba todo el sueño que acumulo, yo que, de repente, giré el pescuezo como si llegara por mi izquierda la corte celestial del Apocalipsis! Sinceramente, pensé que era broma, un efecto de los tintos bajo el solazo, un ramalazo de chulería adolescente, pero no, era verdad coño. Aquella niñata estaba cambiándole el móvil al moro por unas gafas de Dolce Gabana más falsas que Judas. Y sonaba de nuevo la risa con boca abierta que me sacaba de quicio, "Lo menos ciento noventa y seis fotos mías y de esta llevas ahí eh? ( y señalaba a la amiga que sólo vestía un tanga y a la que las tetas le llegaban al ombligo )", y al moro se le ponía una cara de anormal que no soy capaz de describir... A mi, sin embargo, cada vez se me saltaban más los ojos. La hija puta niña se deshizo del móvil por unas gafas! El vendedor ambulante estuvo allí un rato, se fumó un cigarro ( invitado por aquel demonio playero, claro ), se bebió un tintito, se alegró la vista, se lo pasó en grande vamos... y se fue justo cuando empezó a atar un par de cabitos..."Mi pare tiene una jartá de dinero, yo le digo mañana que me compre otro movi en el Vodafón y mi pare me lo compra..., ademá, ya me estaban empezando a localizá con este teléfono...", el moro se jiñó y salió por patas.
Esta fue la primera parte del serial del mediodía. En el intermedio, cayeron un par de tintos más y hubo un momento de parón, hasta que la cabeza pensante barriobajera dijo a la vaca lechera del tanga "killa, tu está mu borracha como pa ir al moreno ese y preguntarle si tiene novia?? es que lo quiero concé", y coge la tetona silenciosa y se encaja con su vaso de tuvo en la orilla y se trae para arriba al morenazo portador de la medalla de oro de Jesús Cautivo más grande que he visto yo en todo los años que tengo. Y nada, todo muy natural, que luego te busco y nos fumamos un porro, que esta noche nos vemos en los sitios de marchita, y na, que toma mi teléfono pa que me llames luego ( pero hija de la grandísima, si le acabas de cambiar el móvil al moro por unas gafas que por cierto te quedan como el culo!!! )
Lo que a mi se me pasaba por la cabeza mejor no lo narro, entre otras cosas porque no sé aún como colocar los dos rombos en el blog, casi no sé subir fotos... El caso es que regresan las progenitoras de la caminata, la niña les cuenta lo de las gafas y lo del pibe entre risotadas ordinarias hasta decir basta, y las dos viejas permanecían inmutables, no sé si aletargadas por el calor o embriagadas por el aliento etílico que debían desprender las dos señoritas aquellas... pero mientras que para ellas todo aquello era así como muy normal, yo estaba flipando. Es más, creo que no me cogió ni el sol de lo alucinada que estaba. "Omá, amo a da una werta, ara venimo", y se fueron, se fueron las dos niñatas en busca del pibe de la colosal medalla de oro. La cara que traían las dos a la vuelta forma parte del registro de mi retina, aunque quisiera, no lo podría describir...
"Qué fuerte....!", si no dije esto veinte veces no lo dije ninguna... y me he saltado detalles, que ya una tiene una edad y no retiene como quisiera...
2 Comments:
Me encanta.
El otro día me encontré a la Juani "mi movi e mu weno" de tu historia, ten cuidao porque te está buscando para pedirte deresho de autora....
menestra de besos pa ti
muy bueno el palomón de la plaza.
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