Mi Campo de Girasoles

martes, 31 de julio de 2012

Cuando me corten las manos

Y cuando olvide cómo se escribía recuérdame cómo he de suspirar que a veces me ahogo y no sé teclear...

miércoles, 11 de julio de 2012

TENGO




Tengo un cajón lleno de manteca que se derrite y se desparrama, de bancos de forja en medio de la calle ansiosos de culos cansados y ojos observadores, de puntos negros que crecen como flores en medio de la nada, de conversaciones silenciosas y pupilas habladoras, de carcajadas con lágrimas y sana asfixia, de canciones y libros, de cuencos para cereales, de coreografías estúpidas y lindas, de brisa marina y salitre reseco, de paseos en los que lo de menos son las pisadas, de siestas acaloradas, de desayunos, de transistores debajo de la almohada, de teatrillos y performances, de palabras dulces, de recetas, de estrellas y perseidas, de cigarros en la ventana y de maletas por hacer. Tengo un cajón colmado de sueños, de bellos propósitos, de futuro sano y fuerte, de “quereres son poderes”, de esperanzas cimentadas y semillas germinantes. Tengo un reloj que no para, que aporrea y chilla “tic tas” que duelen, y tengo una llave colgada en mi pecho; tengo las voces de quienes se preocupan por mi vigilia, zarandeándome, implorándome “abre, ábrelo… ya”; y tengo un cuco perezoso y libre que no aparece a las “en punto”; tengo una flor que nunca muere… para mi cuco.