UN DÍA CON MARILUZ

Muchas veces tienes la sensación de conocer a alguien desde hace mucho tiempo. Es todo como tiene que ser, natural y cómodo. Las conversaciones se alargan solas, como si fueran saliendo de una chistera de mago sin fin, las risas brotan de dentro y los pesares salen como si fueran churros, sin temor a padecer vergüenza o a no sentirte comprendido. Dicho esto, deciros que pasar un día con Marilú es toda una experiencia, enriquecedora por supuesto.

Marilú es una de esas personas que contribuye a fomentar el surrealismo en mi vida en cuanto a situaciones dispares… y me encanta!, pero además de eso es una amiga, otra hermana, otra prima, otra todo y una tía de putísima madre.

Cuando consiga cargarlo en la red os mostraré una grabación casera de la tarde de ayer, bueno más que casera forestal, que no voy a comentar porque no tiene comentarios… y sobre estas líneas lo que tenéis son algunas fotos donde podéis verme realizando uno de mis ridículos sueños de toda la vida ( sí coño, sí, meterme en un campo de trigo…. cada uno aspira a lo que quiere, no? ), todo fruto, claro está, de una tarde con Mariluuuuuuú!!!!

A MAL TIEMPO BUENÍSIMA CARA

En fin, no siempre llegan las cosas como uno desea, de eso entiendo yo un poco… No me considero una persona desafortunada y suelo sonreír un promedio de cincuenta veces al día cuando todo va normal y el triple cuando me lo paso bien, así es que no tengo por qué quejarme. Además, sigo teniendo dos brazos, dos piernas, dos de todo de lo que hay que tener dos; sigo teniendo ganas de comerme el mundo, sigo dando cariño cuando me lo piden y cuando no, y sigo enamorada de la vida a pesar de que ella a veces me ignora. Sin embargo, a veces, he llegado a pensar que debe haber alguien muy aburrido en algún lugar de mi micromundo que se dedica a encenderme velas negras sin parar. Algunas las debe de apagar el viento, pero otras no… acaso es normal que en tan solo cuatro días desembolses casi 700 euros en dos multas consecutivas?... por no hablar de mi poco fructífera predisposición a ahorrar algo de pasta justo cuando todo el mundo se empeña en que le devuelvas lo que le debes ( coño, que salen acreedores de hasta de debajo de las piedras ), si a eso le sumamos las pérdidas materiales que he ido acumulando en los últimos meses ( siempre me quedará mi riqueza interior… ), qué tenemos? pues lo que hemos tenido siempre: sigo siendo esa chica proletaria que hace las cuentas en un papel el día 2 de cada mes para llegar con dignidad al día 30.

Emocionalmente hablando, tampoco tengo preparada una caja de cohetes para lanzar cuando termine de escribir esto…, es decir, se me va cayendo el alma a cachos y ese que dicen que tira las flechas se lo debe de estar pasando en grande conmigo. Nadie me espera al terminar el día y nadie me empuja con un beso a empezar el siguiente…, bueno sí, esa muchacha menuda que cada mañana me mira con ojos brillantes y me sonríe en el espejo… ay coño! que esa no cuenta… bueno, pero es graciosa…

En lo profesional, abundan las vacas flacas, pero por lo menos hay vacas… podría ser peor. Y en cuanto a salud, no paro de menguar, ay dios! que nunca fui grande… me estaré desintegrando? , que dentro de poco me voy a tener que comprar la ropa en el Kiddy’s Class!!! que ya no puedo ni donar sangre!!!!!

Exagerándolo un poco, y echándole humor a la vez ( que de eso voy sobrada ), si tuviera que poner un título de película a esta vida mía que no da lugar al aburrimiento la llamaría “Una serie de catastróficas desdichas” que, por cierto, me encanta la peli.

Pequeñas cosas, unas detrás de otras, que hacen que mi vida sea emocionante, surrealista y almodobeña. Hoy me encuentro cinco perritos moribundos en un contenedor, mañana conduzco un trailler, pasado recojo el coche del depósito municipal, dos días antes me deshago desinteresadamente de 4 puntitos ridículos de mi permiso de conducir ( 47 kilillos de masa corporal y un Barceló con cola es lo que tienen….), de madrugada, en vez de dormir, me dedico a sacarle a mi perra de la boca una horquilla de mi propio pelo que casi la mata de asfixia mientras ese veterinario acabado de levantar y de ojos hinchados la sacude violentamente y me dice: “no pasa nada mujer, esto es un sustillo na más”… claro, un sustillo na más, no te jode… total, qué es para mi un sustillo?

Lo que está claro es que la sangre corre por mis venas, que me lo paso en grande viviendo mis aventuras y contándolas luego, que con el tiempo he aprendido a llorar de emoción y nunca por sentirme desgraciada y que ojalá mi vida siga siendo genuina y nunca sea como la de nadie.

Y un inciso, no creo en la mala suerte ( ni en la buena ). Todo lo que a simple vista parece un contratiempo puede ser un disfraz del bien y todo lo que parece bueno a primera vista puede resultar realmente dañino. En lo que sí creo es en que todo sucede por y para algo, a veces comprendemos esto de inmediato y otras veces lo entendemos con el paso del tiempo. No hay mala suerte, hay una consecución de acontecimientos necesarios para que luego vengan otros y luego otros y luego otros…. y así hasta el infinito…

REBEL YELL

Ya no quedan rockeros como Billy Idol, últimamente todo suena igual, todo el mundo tiene la misma cara y la misma expresión de guaperas estratégicamente despeinado. Cuando Billy Idol se plantaba ahí con su agresiva dulzura tenías que dejar de hacer lo que fuera que estuvieras haciendo, no podías dejarlo pasar, te atrapaba su puesta en escena, sus pectorales sudados y su pantalón de cuero. Luego, soltaba un alarido de gato de callejón y te guiñaba un ojo a la vez que te desafiaba con su peculiar mueca de asco en los labios. Sencillamente impresionante a la par que natural. Un crack.

LA PRISA MATA

El tiempo. El tiempo es relativo. ¿Por qué existe el tiempo como tal?, ¿por qué una hora son sesenta minutos y no ochenta y dos?, ¿por qué a veces tenemos la sensación de que todo pasa deprisa y otras tantas veces ocurre todo demasiado despacio?, pues probablemente eso suceda por el afán de control que domina nuestras atemporales mentes. Si no intentáramos controlar el tiempo evitaríamos las prisas, las pausas, los olvidos de fechas, los ridículos avisos digitales que nos persiguen por todas partes. Tendría que ser todo más natural, comer cuando se tuviera hambre, dormir cuando se tuviera sueño, recordar a las personas siempre o nunca y no sólo el día de su cumpleaños.

Mi visión del tiempo es tirana, inconformista e incluso pedante. Quizás por eso me mantengo joven. Mi tiempo pasa como yo quiero que pase y mis mayores prisas siempre me las impone el tic tac de mi pecho, jamás el reloj que últimamente descansa en mi mesita de noche, o mesita de día, claro ( hasta a la mesita queremos transmitirle el control del tiempo, ni que fuera mesita de noche y drag queen de día… ).

Por supuesto, vivo en este mundo, no he nacido en “Nunca Jamás” y sé que nunca tendré a Campanilla revoloteando sobre mis hombros, por eso miro la hora antes de ir a trabajar y la vuelvo a mirar un rato antes de salir, pero no quiero vivir encadenada a un segundero, ni basar mi existencia en un cúmulo de tareas programadas que tenga que realizar dentro de unos plazos, sencillamente es odioso.

La prisa mata, la lentitud detiene y el recordar exhaustivamente fechas, paraliza. Por desgracia, y como todos, el tiempo también me somete y, en ocasiones, se mete en mis sentidos. Sin ninguna duda puedo recordar qué hacía un día como hoy de hace dos o tres meses pero yo opto por proyectar lo que quisiera estar haciendo un día como hoy de dentro de dos o tres meses, o cuatro, o quince, o veinte… precisamente lo bonito de vivir es que no sabes por cuánto tiempo lo harás y como le dije hace poco a alguien, lo mejor siempre está por venir.

ODA A UNA FERIA

Pues sí. Me gusta la fiesta. Me gustan las fiestas de cumpleaños, las de inauguración, las de despedida y las de bienvenida, las bodas, las no bodas, las fiestas improvisadas, … , y me gusta la feria. Este año empecé por la de Jerez, de la del Puerto sólo vi cinco botellones en la carretera y una hilera de tíos meones enseñando su virilidad al mundo. La de Sevilla… psss, ahí andaba yo más pobre que rica. La de Sanlúcar está por venir aún y, la verdad, no la presagio muy para tirar cohetes, no por la feria en sí, sino más bien por aquello de que nadie es profeta en su tierra, es decir, lo que más abundará en una feria de Sanlúcar pues van a ser precisamente sanluqueños y ahí es donde encuentro la pega…, así que aunque me pese ( porque siempre me he metido con los jerezanos ) este año se lleva el premio la Feria del Caballo. Hacía tiempo que no me quedaba afónica por reírme tanto.

Por supuesto, una feria no es una feria si no pierdo algo… la vergüenza hace años ya que la perdí, después de eso he ido perdiendo zapatos, dinero de mis amigas, llaves, relojes … el año pasado fue la cartera y este año le ha tocado a mi rebequita blanca… pero me llevo mucho más a cambio. Me llevo muy buenos momentos, nuevos teléfonos de gente espectacular en mi agenda, un nuevo porracillo en el coche y otros ratos que me pertenecen sólo a mi.

Que vengan muchas más ferias y yo que las vea.