Mi Campo de Girasoles

lunes, 25 de septiembre de 2006

EL LENGUAJE DE NUESTRA ERA


Dice Jorge Drexler ( http://www.jorgedrexler.com/ ) en una preciosa canción, de mis favoritas, dicho sea de paso: “… nada se pierde, todo se transforma…”, y es la pura verdad. El hombre, en su afanosa misión de no dejar ni una sola cosa tal como está, sigue haciendo cambios en todo lo que puede y, por supuesto, esto afecta también al modo en que nos comunicamos.

A mí me fascina el leguaje, la legua en general y la castellana en particular. Sus puntos y sus comas, los diptongos y los hiatos, las diéresis, las onomatopeyas, los verbos irregulares y sus tiempos impronunciables… Me vuelven loca las nuevas palabras, que de hecho no son nuevas, estaban ahí antes de que yo las descubriera….. en fin, cariñosamente, quienes bien me conocen, no dudan en apodarme “la letra Ñ”. Ya quisiera yo…

El caso, es que todo ese culto a hablar bien, sufre en estos días una estrepitosa tendencia a la extinción, tendencia alentada incluso por mí!!! ( la letra Ñ de la Real Academia Española de la Lengua de Mi Casa!!!!!!! ). Porque, claro está, no voy a coger el móvil y voy a emplear este armonioso modo de expresarme en un SMS… me quedaría sin amigos sin lugar a dudas. Por este miedo a la soledad, entre otras cosas, es por lo que empezamos a cambiarlo todo y hablar de manera tan rara.

No voy a entrar en la laboriosa tarea de transcribir los “símbolos” que sobradamente ya todos conocemos y que van desde el famoso “tq” al cumplido “ns bms”, pasando por un infalible “mxos bss”… ay Dios! Qué cosas!!. Yo voy más allá, yo me refiero al sexto sentido que todos hemos desarrollado gracias a la utilización de estos mensajes de texto en los móviles. Veamos algunos ejemplos de cómo un mismo SMS enviado por y para distintas personas puede variar su significado de manera considerable. Para la exposición cogeremos el mensaje “necesito hablar contigo”:

- de un hijo a un padre: voy a dejar el instituto
- de un hijo a una madre: he visto a papá haciendo algo raro
- de una hija a una madre: estoy embarazada
- de un padre a un hijo: te he visto fumando porros en la plazoleta y te voy a partir la cara
- de una madre a un hijo: papá y yo nos vamos a separar
- de una amiga a otra amiga: tu novio te la está pegando
- de una amiga a un amigo: me estoy enamorando de tí
- de un amigo a una amiga: ( no se dan muchos casos )
- de la mujer al marido: mañana vamos a ver al abogado…
- del marido a la mujer: ( no se dan muchos casos )
- de un amigo a otro amigo: tengo dos entradas para el Madrid-Barça, pero no se lo cuentes a Manolo…

y la lista podría continuar hasta al menos diez situaciones distintas más.

domingo, 24 de septiembre de 2006

EOLO

ETERNO YING-YANG




El egoísmo humano es tan inmenso y tan sutil que incluso las personas más buenas del mundo son egoístas a veces sin ni siquiera darse cuenta. Quién pone los límites a las cosas… quién puede asegurar que cuando alguien hace una buena obra hacia otros no lo hace realmente por aliviar su propio ánimo… aunque no sea consciente de ello.

No es que no crea en el amor desinteresado, claro que creo en él, como todo el mundo tengo una madre, está claro que el amor desinteresado existe, mi madre me ama desinteresadamente, por siempre jamás. Sin embargo, no pienso que todas las personas buenas sean desinteresadas, ni creo que eso sea algo malo. Se puede ser bueno, extremadamente bueno, y tener la esperanza de obtener algo a cambio en la vida, eso es ser humano, nada más. Creo que las personas nos cansamos de ser buenas, o de intentar serlo, porque nos han enseñado que el amor no espera nada, que el amor todo lo puede, que el amor, que el amor, que el amor…. El blanco y el negro son colores preciosos por sí solos, pero resulta fascinante la gama de grises que ambos colores generan. Deberíamos ser más realistas y enseñar cosas factibles a nuestros hijos, esto nos haría más buenas personas y algo menos egoístas.

sábado, 23 de septiembre de 2006

A SOLAS


"El peor escondite del alma está en uno mismo". ( Anónimo )

EL COTIZADO TURISMO RURAL


Se trata de un deporte nacional que antes se llamaba "ir al pueblo". La diferencia es que si vas a tu pueblo es gratis, y si haces turismo rural vas a un pueblo que no es tuyo y pagando una pasta. Para hacer turismo rural no vale cualquier pueblo. Tiene que ser un pueblo "con encanto". ¿Y qué es un pueblo "con encanto"? Pues un pueblo que sale en una guía de pueblos "con encanto". Si es que se cae por su propio peso.

A estos pueblos se suele llegar a través de una carretera comarcal "con encanto", que es una carretera con tantos baches y tantas curvas que cuando llegas al pueblo estás "encantao" de bajarte. Y cuando entras al bar intentas integrarte con los vecinos: - ¡¡¡Buenos días, paisanos!!! ¿Qué es lo típico de aquí? Y el del bar piensa: "Pues aquí lo típico es que vengan los gilipollas de la ciudad los fines de semana a dejarse doscientas mil pesetas".

Lo siguiente es alojarse en una casa rural o "casa con encanto", que es una casa adornada con muchas vasijas y ristras de ajos en el techo, que no tiene ni tele, ni radio, ni microondas. Eso sí, tiene unos mosquitos trompeteros que por la noche hacen más ruido que una Derbi Coyote. Luego te das cuenta de que los del pueblo viven en unas casas que no tienen ningún encanto, pero tienen jacuzzi, parabólica, Internet y portero automático. Tu casa no tiene portero automático, pero tiene una llave que pesa medio kilo.

Otra ventaja que tiene hacer turismo rural es que puedes elegir entre una casa vacía o vivir con los dueños. Estupendo. Te vas de vacaciones y además de la tuya tienes que aguantar una familia postiza. Que por la noche tú quieres ver la película, ellos los documentales, y te planteas: "¿Quién manda más, yo que he pagado 600 euros o este señor que vive aquí?". Pues gana él, que tiene garrote.

Y encima te dicen que tienes la "posibilidad de integrarte en las labores del campo". Que quiere decir que te despiertan a las cinco de la mañana para ordeñar a una vaca. ¿No te jode? Es como si te vas a una gasolinera y te tienes que poner tú la gasolina (que eso pasa), o como si fueras a un McDonalds y tienes que recoger tú la bandeja. O sea lo normal. Así que te levantas a las cinco para ordeñar a las vacas. Que digo yo: ¿por qué hay que ordeñar a las vacas tan temprano? Si la leche está ahí. ¿No se pueden ordeñar después del aperitivo? Yo creo que esto es fastidiar por fastidiar, porque a la vaca le tiene que sentar como una patada en las ubres que la despierten a las cinco de la mañana para que le toque las tetas un extraño. Que la vaca te mira como diciendo: "Tío, si quieres leche vete a la nevera y coge un tetra brick". Es que son ganas de molestar.

Pero el "encanto" definitivo son las "actividades al aire libre". Como cuando te ponen a hacer senderismo, que es lo que habitualmente se llama andar, y consiste, pues eso, en poner un pie delante de otro hasta que no puedas más, mientras los del pueblo te adelantan en un todo terreno con aire acondicionado. Pero tú encantado. Vas por el campo como abducido. Te vuelves bucólico y todo te parece impresionante: ves una caca de vaca y sueltas: "Ummmmmh qué olor a pueblo." ¿A pueblo? A pueblo no, huele a mierda. Eso sí, a mierda "conencanto".

Y todo, sea lo que sea, te sabe a gloria: en el mesón te ponen dos huevos fritos con chorizo y tú en tu ciudad no te comes estos huevos, ni estos chorizos. Y le dices al camarero: "Oiga ¿a qué este chorizo es de matanza?" - "Pues casi, porque a punto estuvo de matarse en la curva el del camión de Campofrío". De repente oyes unas campanadas y dices: -"¡Ah!. ¡Qué paz!. No hay nada como el sonido de una campana." Y el del bar te dice: "¡Pero si está grabado! ¿No ves el altavoz del campanario?" En ese momento te preguntas si los sonidos de las gallinas y de los grillos no vendrán en un CD: "Rural Mix2005", "Los 101 Mayores Éxitos campestres." De lo único que estás seguro es de que los mosquitos trompeteros son de verdad.

Yo creo que, de lunes a viernes, la gente de estos pueblos vive como todo el mundo, pero el fin de semana distribuyen por la carretera a unos tíos disfrazados de pastores y cuando ven que se acerca un coche, avisan a los del pueblo con el móvil:- "¡Eh, que vienen los del turismo rural"! Y cambian el cartel de "Videoclub" por el de "Tasca", sueltan unos perros cojos por las calles y sientan a la entrada del pueblo a dos abuelos haciendo alpargatas, que luego te compras unas y te salen más caras que unas Nike.

En fin, yo creo que un montaje tan grande como éste no puede ser obra de personas aisladas. Estoy segura de que están implicadas las autoridades. Me imagino al alcalde: - "Queridos paisanos: este verano, para incrementar el turismo, vamos a importar más mosquitos del Amazonas, que el año pasado tuvieron mucho éxito. Y quiero ver a todo el mundo con boina, nada de gorritas de Marlboro. ¡Y haced el favor de pintaros el entrecejo, que no parecéis de pueblo! Y las abuelas. Nada de top less en el río, que espantáis a los mosquitos. Ah, y por cierto: Este año no hace falta que nadie haga de tonto delpueblo. ¡Con los que vienen de fuera ya vale!

viernes, 15 de septiembre de 2006

EL SABOR DE LO AÑEJO



Es curioso como los sentidos recuerdan. El olfato es capaz de traer a tu mente aquel olor a algas resecas de un domingo de julio por la mañana muy temprano, y sabe tu mente que era temprano, y que era julio, y que hacía una brisa ligera y agradable, y sabe tu mente que tiene que despertar y llevarte a ese sitio de nuevo, y te lleva... Y tu olfato habla con tu oído y éste te trae el sonido de las olas, los besos de una madre y el resoplar del aire de poniente. Y tus sentidos del alma también despiertan, y entonces te quedas allí, en ese sitio, un ratito, sintiéndote bien, en otra dimensión... en la dimensión de los recuerdos bonitos y los amores verdaderos.
Con cariño, a todos aquellos que anhelan su familia tanto como yo.

sábado, 9 de septiembre de 2006

PENSANDO......

REFLEXIONES DE LA VIDA MODERNA

Nunca antes deseé volver a tener diez años con tanta fuerza como hoy. Deseé vestir trajes con avispero, calcetines de hilo y moños imposibles; deseé no entender nada de las películas de la tele y no tener un duro en el bolsillo para comprar chuches; deseé ser auténtica, porque hoy perdí mi esencia, hoy el mundo y la vida me hicieron cambiar hasta el punto de no saber ya ni quién soy. Cuando llevaba esos vestidos pomposos sabía lo que quería, sabía si quería jugar en la calle o coser un vestidito a mi muñeca dentro de casa, ya no sé lo que quiero, a veces no sé si quiero estar viva o muerta. Se es más feliz cuando no sabes que tienes un sitio en la vida que cuando lo sabes y no encuentras ese lugar o, simplemente, no te dejan encontrarlo… no soy negativa, lo sería más si dejara todos estos pensamientos dentro de mí corroyendo mi alma. No soy negativa, soy valiente, valiente porque me atrevo a decir “no sé vivir” mientras el resto de la humanidad finge saber hacerlo.