Mi Campo de Girasoles

viernes, 30 de octubre de 2009

ACTUAL MIERDA


Lo que a continuación paso a relatar aconteció más o menos al principio de caer yo en paro, sí de caer, es como caer con gripe, o con varicela o con algo así… no quieres pero sabes que ha de llegar. A pesar de que ya he tenido, o tuve, quien sabe, trabajos diversos a lo largo de mi vida, el último año y pico me lo pasé atendiendo llamadas telefónicas con cascos y todo, vamos, que era teleoperadora toca huevos, de esas que mientras te atienden mascan chicle y se pintan las uñas, con la salvedad en mi caso de que yo era eficaz, y digo esto, entre otras cosas, porque tras el despido nadie me reconoció como tal, pero carajo, lo soy, alguien tiene que decirlo y no seré yo la que me tape la boca… así es que tras aquella etapa comencé de nuevo ( tendría que haberlo hecho durante, pero bueno…) a buscar algo digno. Evidentemente, a lo que optaba según experiencia era a más de lo mismo aunque, ahora que lo pienso, no era tan evidente, teniendo en cuenta que fui durante un año larguete teleoperadora toca huevos pero durante nueve administrativo… ya me podrían haber llamado para pagar facturas y hacer balances, pero no… el horno no está para bollos y el mercado no está para dar trabajo, así que me llamó una empresa super espectacular, de estas que publican cada día ofertas maravillosas en Cambalache, Infojobs, Infoempleo, Trabajos.org y en el chichi de su prima, vamos, una empresa no, un empresón. Relaciones públicas decían los muy zorros. Querían relaciones públicas, personal para la atención al cliente, personal para almacén, personal para pitos y personal para flautas, el gangazo. Pero tenía que ir. Cuando no hay si encima optas por no asomar la nariz por lo que ya intuyes que es una reverenda mierda la culpa te puede, así que fui. ACTUAL MARKETING en mayúsculas. Aún no sé de qué forma contundente les puedo dar por el culo, pero sí, se hacen llamar así. Error número uno: me citan a las 10 y me atienden a las 11 y 38… uuuuuuu, mal…; error número dos: me atiende una gachí poco femenina, entre nórdica afincada en la península y mujer muy feliz, demasiado feliz para mi gusto, no me gusta nada la gente muy feliz, me alegro por ellos, de verdad, pero no me gustan, simplemente no me lo trago… ella empezó como yo, me dice y ahora me entrevista a mi…. Oooooohhhhhh, qué categoría, qué prestigio, qué caña de tía… ¿de verdad empezaste como yo? Siiiií??? cogiendo tres autobuses para llegar hasta justo delante de tu irreal cara nórdica y escucharte decir eso??? mmmmm, no sé, pero bueno, si tú lo dices… el oro y el moro no tardaron en llegar y con ellos se me levantó una ceja, que es lo que me suele ocurrir cuando me cabreo de muerte o cuando me muestro expectante… y tan expectante estaba que cedí a su proposición de contemplar in situ el modus operandi, resumiendo, que volví el lunes como candidata privilegiada entre unos sesenta gilipollas más para pasar con ellos parte de su jornada laboral antes de formar parte de aquella secta, uy, de aquel grupo de trabajo, perdón. De nuevo tengo que esperar, esta vez saco mi libro del bolso y me relajo taco, al sexto girar de página ya se me había olvidado dónde estaba… me nombran, me levanto, cruzo una puerta. Me recibe el que podría ser mi hijo pero con corbata de boda y traje del Zara, me aborda, me da dos besos y se presenta, me toca los cojones... dos besos???? Dame la mano, cabrón, como mucho, vaya… “ella es fulanita de tal” me dice mirando a la que tiene al lado ( mi otra hija, vamos, una niñatilla que aún no ha aprendido siquiera a depilarse las cejas…) “y vas a acompañarla hoy a tal sitio para que veas lo que hacemos, volveremos todos aquí a las seis…, vale?”, pues no, gilipollas mal vestido, no vale. El tal sitio era otra ciudad, y las seis de la tarde distaba como unas siete horas de la hora regente… lo que vino a continuación fue un diálogo de besugos al que afortunadamente yo puse fin. Fue más o menos como “¿y qué voy a hacer allí?, acompañarla… mmm, Y para qué la voy a acompañar?, para ir allí…” un caos, un círculo verbal, un ocultismo espeluznante… esto se repitió por dos o tres veces hasta que le dije al púber “mira, para ya, no voy a ir de puerta en puerta acompañando a esta muchacha y viendo como intenta perder calorías pretendiendo vender lo invendible, así es que no, no me interesa y me largo”. Lo siguiente fue rebote mortal. El niñato creo que hasta me deseó mala suerte, en concreto escupió un “que te vaya bien” rozando el sarcasmo, rozándolo porque deduzco que era incapaz de elaborarlo plenamente en su cabeza llena de música techno, mensajes del Tuenti y botes de Clearasil… “la que me merezco, la que merezco tendré, fijo…” dije con mi cara de la espalda pero con voz rotunda. Al salir a la sala donde el resto del ganado esperaba el momento de la descarga paré a hablar con Pili. Pili era una señora a la que conocí el primer día y que, igual que yo, fue citada una segunda vez. Quería comentarle a Pili entre ironía, maldad e indignación el timo que tenían montado esta gentuza, claro que, a Pili tampoco le hacía falta porque también era perro viejo. La niñata a la que supuestamente yo tenía que acompañar me increpa intentando adoptar un tono autoritario que no le sale y dice “habla con ella luego, luego afuera, vamos, te acompaño”….. ( si llego a respirar un poco más rápido en ese momento, directamente le parto la cara )... alcé la voz, felizmente, como la machorra de la primera entrevista, igual de feliz, me refiero a que lo que hice fue reír, reír de asco y decirle “no tengas miedo chiqui, es mi amiga y lo único que voy a contarle es la receta del pollo al chilindrón, no le voy a decir que corra con sus hijos y se aleje de esta mierda porque eso ya lo sabe ella, como también sabe que desde hace años y años disfrutamos de libertad de expresión y podemos hablar en grupos después de las diez de la noche… ah! y no hace falta que sea en la calle, lo puedo hacer aquí si me da la gana”. Después de mi frase se levantaron cuatro y salieron por donde vinieron. Me sentí como Gandhi. Al cabo de muchos, muchos, muchos días, semanas quizás, cuando creí que aquello estaba zanjado, recibí un email que copio tal cual:

To: ( mi dirección de correo, claro )

Subject: Carta-respuesta trabajo demanda .doc

Date: Tue, 26 May 2009 11:45:29 +0200

ACTUAL MARKETING S.L.

Hemos revisado satisfactoriamente su curriculum vitae y nos gustaría que se pusiera en contacto con nosotros para comentarle los puestos y proyectos de la empresa en una entrevista personalizada. Si desea, puede contactar con nosotros llamando al 956 081456 para darle hora y día de entrevista, a partir del próximo día 26 de Diciembre del 2008.


Llamar de 09’00/h a 18.00 horas ininterrumpidamente.
Esperamos su respuesta lo antes posible ya que estamos en un proceso de selección de personal.

Gracias por su atención

Atentamente
Miriam Lopez




y al que yo contesto de la siguiente forma:

From: ( mi correo, claro está )


Subject: RE: Carta-respuesta trabajo demanda .doc

Date: Thu, 28 May 2009 22:01:19 +0200


En respuesta a vuestro email estándar y sin sentido ( entiéndase por estándar el mismo email que mandáis a todos los que recurren a vosotros para encontrar un puesto de trabajo digno ) comentaros que no sólo ya me enviásteis en su día este mismo correo sino que además estuve en vuestra "entrevista" extraña en la que me citábais a una hora y me recibíais dos horas más tarde y que además fui convocada posteriormente para comprobar a qué diantres os dedicáis, sin haberme quedado nada claro aún, por cierto. Ya os manifesté aquel día mi descontento por vuestra forma de trabajar y de querer enganchar a la gente normal así como así además de mi afán sin tregua de alejarme de vosotros lo más rápidamente posible. Resumiendo, no sé como ofreciendo tantos puestos de trabajo y tan buenos en medios tan cercanos a todo el mundo como Infojobs o el propio cambalache, luego no tenéis a una persona en administración que revise a quiénes ya se ha llamado, quiénes quieren "trabajar" con vosotros o quiénes simplemente, como yo, obvian la idea de meteros un puro por lo rastreros que sóis. Si habéis llegado hasta esta parte del correo, muchas gracias por la atención prestada y reciban un cordial saludo,


Núria Macías Castillo


En fin, que mientras haya economía sumergida y empresas, por llamarlas así, que utilizan a la gente ( porque está claro que el que entra aquí a los cuatro días se va y da paso a otra hornada de necesitados ) no saldremos de la crisis jamás. No soy listilla ni lo pretendo, sólo me comunico con el mundo a través de este espacio, yo no hice nada con este asunto porque no sé muy bien cómo hacerlo, pero creo que es necesario denunciar, atacar y defender o, por lo menos, contarlo. Es más, acepto sugerencias e incluso las reclamo, más que nada para que cada uno tenga lo suyo o, mejor dicho, lo que se merece, que fue lo que le dije a aquel chaval de instituto disfrazado de yupi mediocre. Sólo quiero optar a lo mío siempre y cuando cada uno también lo haga.

jueves, 22 de octubre de 2009

LA SOMBRA QUE CREÍ VER UNA VEZ


Cuando a duras penas y en contadas ocasiones sonríes, y yo puedo contemplarlo, vuelven a mis fantasmagóricas retinas aquellos recuerdos de muñecas recortables y tardes después del colegio que tanto me llenaban el alma entonces, sin que pudiera apreciarlo antes, y que no menos lo hacen ahora dejándome un saborcillo dulzón y amargo que sólo dura segundos… cuando no sonríes, la mayor parte del tiempo -diría yo siempre con la cara asomada en el dintel de una puerta y el cuerpo dentro- te siento como a un extraño, el extraño asiduo, el extraño de cada día, el extraño que vive en casa, el extraño que siempre fuiste… a lo mejor porque así lo deseas o, a lo peor, porque así lo entendimos. Me temo que lo deseas… ya lo entendí hace mucho y lo respetaré mientras vivamos, ya no sé quién se marchará primero… lo de “por ley de vida” lo pasé por alto puede que justo cuando biológicamente me hice otra, aunque tú no te dieras cuenta. No creo en nada que por lógica haya de ocurrir por ley de vida, la vida carece de leyes y las leyes las imponen quienes quieren confiscar la vida, por tanto, pese a lo reiterativo, la vida carece de leyes. En ese caso y, únicamente por la no ley de la vida, puedo marchar antes yo. Me iré altanera ante ti y apenada al tiempo. Me iré orgullosa y triste a la vez, me iré como ya hace tiempo que me fui… ¿lo has notado? ¿te pesa? ¿harás algo para recuperarme? Por más que miro tus ojos gastados no veo más que tu ombligo, a veces vislumbro un resquicio de aquello que fuiste cuando febril e impulsivamente quisiste que entrara en tu vida, pero es tan leve que, finalmente esa nube que irradia cada uno de tus iris azules, me vuelve a llevar a tu barriga senil, a tu epicentro, a ti, a ti como el extraño que habita en casa, a ti sin más… entonces veo las banderas caer, el saludo solemne a los que yacen en el suelo, mis armas mutiladas y roídas… y vuelvo a asumir mi derrota, otra batalla perdida… no quisiera que fuera la última, por desgracia no es la primera pero aún tengo fuerzas para más. No sé cuánto durará la cosa. Existe ya la batalla de los 100 años…, yo no creo que viva tanto porque, por si no lo sabes, no me cuido demasiado, pero presagio años de lucha basándome en la experiencia, claro…aún así, amenazo con más de lo mismo, siempre que mi liviano corazón emita un bombeo que me permita mirarte, enjuiciarte, en relativas proporciones entenderte y, finalmente, esperarte. Ni Penélope lo fue tanto…, jamás creí tener tanta paciencia, yo lo llamo paciencia que rima con carencia -sé que es otra cosa- ... yo carezco, tú careces, él carece… todos carecemos. Yo lo analicé, tú no lo analizaste. Yo lo intenté, tú no lo intentaste. Yo persistiré… mientras tú sigues observando tu ombligo de anciano que se pierde dentro de ti, o en lo que queda dentro de ti, surcando enfermizamente círculos cada vez más cerrados y yo, tejiendo mi bufanda, aún sigo construyendo figuras de arena seca y fina que se desmoronan en su intento de ser la versión real del extraño conocido que un día me hizo sonreír con diez pliegos de muñecas recortables como sólo un padre podría hacerlo. Gilipollas.

miércoles, 21 de octubre de 2009

MICROMUNDO


El micromundo. Cuántas veces empleé este término… creo que me gusta, casi seguro. Es una palabra que utilizo muchísimo, a pesar de que Word me la corrige una y otra vez…, me la suda, tanto tantísimo que ya ni veo el renglón rojo a lo Ruffles Onduladas que le sale debajo… tiene que existir, es más existe… y no, no quiero escribir micro mundo, así separado, sin línea roja pedante debajo, quiero escribir micromundo que es más cercano a lo que yo entiendo por micromundo… es que si es micro y si es mundo tiene que ir todo junto por mis santos cojones… tiene que estar condensado, tiene que estar todo ahí en un micro sitio, en un micro latir, en un micro de cada uno y en un micro todo… y aclarado el asunto léxico gramatical que casi me vuelve loca en unos cuantos renglones, procederé al post. Se puede sobrevivir en el micromundo, de hecho, se debe hacer. Es como cuando se va la luz, o te quedas sin batería en el móvil, o no tienes pan para el huevo, o te falla el boli para apuntar un número crucial, o cuando justo poniendo el pie en una arena a 54 grados recuerdas que no llevaste sombrilla, o como cuando entras a por cuatro cosas que al final son doce y no cogiste cesta… es lo mismo. No te mueres, no te lo puedes permitir, siempre encuentras la vela y el mechero, te comes el huevo con las papas, memorizas el número o lo apuntas surcando el índice sobre el polvo de un mueble, te tapas la cara con la camiseta para que el sol no te castigue o sacas un tercer brazo de la espalda para agarrar el paquete de café… pero llegas glorioso a la caja, o pasas tu día en la playa, o llamas a donde tenías que llamar, o comes y subsistes, o encuentras tus muebles en la oscuridad, en definitiva, te acoplas. El micromundo siempre da un poco de asquete al principio…, es como una versión friki del mundo guay, produce incomodidad y desasosiego, aterra incluso a la vez que facilita la capacidad de echar cojones a la vida y finalmente es aceptado… y pobre, pobre infeliz el que no acepte su micromundo. “El Show de Truman”… qué gracia de película, verdad?

jueves, 15 de octubre de 2009

PLUMA


Me lastimo con el boli. Se me asoman las venas entre los tendones de mis manos y el hueso de mi muñeca choca contra un tablón que hace las veces de mesa… me siento una traidora asquerosa, no debería, pero en el fondo me siento así… recuerdo que cuando empecé a utilizar bolígrafo sentí que traicionaba al lápiz, vale, y a la goma, a la goma también que una no es perfecta… la pulcritud me pudo y desistí de tachones y flechas dislocadas como clavículas para posar mis hasta entonces pseudo vírgenes yemas en un teclado del PC CITY y, de nuevo, al ver pasar mi cara por uno de los espejos que siempre me acompañan, descubrí en mis ojos la mirada que sólo porta un traidor… distante de producirme trauma alguno, aquella sensación me reconfortó en la idea del avance por el avance, del progreso porque sí y de la comodidad por cuestiones de salud… no debe de ser muy sano tener una vena del tamaño de un gusano de seda adulto en el lomo de tu mano derecha… me asustaba aquello coño… tan raro es?


Cambié el paquete de Xerox de quinientos por una libreta tamaño cuartilla, en un principio claro, ya que, posteriormente y tras arrancar aquellas hojas que consideré parte de mi alma, delegué sus funciones al ámbito de la cocina, ya no era mi cuaderno de borradores, más bien era, y sigue siendo, mi libreta de recetas de toda la vida, con sus lamparones y todo. Finalmente, convertí el paquete en una mini libretita cool adornada con imágenes a lo Bratz que trasborda y reitera cama en todos y cada uno de mis bolsos, que no son pocos… La mini libretita se llenó de lamparones también, lamparones de ron, de caramelos derretidos, de lascas de tabaco, de polvo a veces y de gloria otras. Lo mejor es deslizar el boli de propaganda del banco entre sus hojas reblandecidas y ligeramente onduladas después de un chapuzón de fiesta, de hielo aguado y de ideas fluyentes y dispares… maravilloso. Maravilloso como el entresijo de teclas que hacen que el cursor corra y corra y corra y corra y corra… vale, mecanógrafa frustrada, vale… que corra y punto. Eso. Mis venas se relajan y mi corazón se agita, mis músculos articulatorios reposan mientras mis epiteliales caen al pozo sin fondo de mi nuevo teclado negro, ese mismo, ese al que últimamente se le apaga el piloto luminoso y deja de responderme y me provoca un coraje que casi roza el miedo…


Maravilloso. No elegí este adjetivo ligeramente. La primera acepción hace mención a algo extraordinario. Y lo es. Es extraordinario el hecho de ahondar, de rebuscar, de sacar, de dejar salir, de contar, de gritar, de aclamar, de reivindicar, de sufrir, de compartir, de llamar, de insinuar, de plagiar, de necesitar, de envalentonar, de informar, de entretener, de sentir, de reír, de vivir a través de letras bailonas, de comas caprichosas, de redundancias gramaticales, de un léxico escueto y prolífero en cambio, de un punto a tiempo y de unas mayúsculas ganas de ser leído.


Papel rancio, perfumado, a cuadros, a dos rayas… tinta gel, convencional, carboncillo, mina… arial, book antiqua, comic sans… traidora o no, me acoplaré a mi mundo antes de que él me coma y no me de tiempo a contarlo…

viernes, 9 de octubre de 2009

TE LO CUENTO MAÑANA....


Mañana te lo cuento..., muy fuerte, sí, hoy no me daría tiempo..., claro, claro, mañana, uy! de verdad, es que ha sido como visto y no visto, como que yo no me esperaba aquello, muerta me quedé..., ¿mi cara? ¿ qué cara ?... ah, vale... no, hombre nada, no, no tiene importancia, mañana te lo digo... ja ja ja, ji ji ji, jo jo jo... ¿cómo? ¿ qué? ¿ triste yo? jamás!... tendré un día tonto... mañana es otro día... si acaso mañana lo vemos... ¿ actitud ? ¿ qué actitud ? ¿ desagradable yo....? ¿ un beso... ? ¿ ninguno...? ¿ siete.... ? qué cosas tienes!... pero vamos... qué cosas tienes tú y el resto del mundo... claro, el resto del mundo también. Ah! que no te dije... bien, que no tenías la menor idea..., vale, que lo dejé pasar... bueno... con el nuevo día llegan las nuevas ideas... y una polla... como una olla, ya puestos...., no llega ni la mitad. Jamás llega nada, nunca, never, jamás, imposible, falso, de uno, de nadie más, no llega ni queriendo... qué ridículos que somos... me río. En estos instantes me río. Venga, vale, sí... es risa fatídica, sarcástica y autoinculpadora... pero me hace gracia... Cuando ese mañana al fin acontezca va a ser un caos, un puto caos..., te quiero... ah! vale, ya no? que ya no me quieres...? uy, qué mal... ¿el amor no era eterno...? ah, que no, que se te hincharon los cojones... ya... me hago cargo, me hago cargo... ¿ batir de pestañas...? ¿ qué es eso...? tiene que ver con los ojos, no? y... por casualidad... con esa cara de gilipollas que pones, verdad...? aaahhh.... mejor mañana. Mañana debe de ser "el sitio", en Mañana tienes que despertar con las comisuras estiradas de tanto sonreír y los poros de la piel estresados de tanto oxigenar, Mañana no tendrá puertas ni ventanas, sólo vistas, en Mañana pensarás distinto, pensarás como hoy quieres pensar mañana, en Mañana cada uno estará en su sitio, en un loco debatir del juego de las sillas... alguno quedará de pie, en su sito a fin de cuentas... en Mañana comprenderás lo que te digo cuando me encuentre a cien mil kilómetros de tu cara, cuando estés en Mañana no empañarás las lágrimas de tus ojos con tus torpes manos ni ocultarás una mella detrás de una mueca irrisoria, Mañana te hará venir a mi como sólo hoy quise que llegaras y yo me alejaré de ti como sólo sé hacerlo hoy... Mañana te hará comprender lo que hoy te digo y desearás que sea mañana, pero no será mañana, ya será pasado mañana...oooohhhhh... no, no te alarmes, lo sabías, mañana es tarde y hoy es temprano, como yo, no eres atemporal - aunque ya me gustaría - pero eres inteligente, basta con convertir Mañana en Hoy... basta con que queramos. ¿ Perdona ? ¿ qué ? ¿ sí ? ¿ quieres ? Vale... yo... mejor te contesto mañana, sí...?

sábado, 3 de octubre de 2009

LA COMUNIDAD


El corraleo vecinal es tan fructífero como vergonzoso. La vida de nuevo me enseñó otra cosa; por circunstancias personales, y por eso mismo irrelevantes, me vi sumergida en el día a día de un barrio, que no barriada… lo siento, pero mi vena elitista siempre estará conmigo, y no, no me avergüenzo de vivir donde vivo, de educarme donde me eduqué y, mucho menos, de ser quien soy… pero coño, es que no es lo mismo una barriada que un barrio… queda dicho. El caso es que el balcón de mi casa es como una nave nodriza…, es lo que tiene el balcón de un bajo y el vivir con gente que necesita ventanas abiertas para poder respirar, y me incluyo en ese grupo. Se abren las puertas correderas de mi balcón y comienza la vida. Y Dios creó la luz!, y creó a la del bajo contiguo que parece que lleve haciendo guardia desde las cinco de la mañana ya pintada y todo y perfectamente peinada de peluquería únicamente para decirte “buenos días, chocho!”, y creó también a la del perro gordo del segundo y al señor Cuesta que hay en todos los bloques y comunidades de vecinos españolas y que, a tan temprana hora, ya vigila los jardines y puertas de garaje ( jubilado, por supuesto ), y creó al niñato que arranca su scooter en toda tu cara haciéndote tragar humo insano ( ¿existe el sano? ) y aprieta su “Fortuna” entre sus dientes mientras se endereza con cara de desafiante de la vida su casco de motorista, por supuesto, sin abrochar del todo. Y también creó Dios al panadero que aparca su furgoneta justo delante del balcón de enfrente y no me deja ver el modelito mañanero de la pija remilgada y solterona por vocación que ya nació con los labios pintados ( porque está claro que una vez abres el balcón entras en ese juego de cordialidad y cotilleo, es como una droga, es más que una droga, es como lo de la Esteban, que la ves, la oyes, la odias pero aún así la sigues viendo y escuchando y no por ello dejas de odiarla aunque te preguntes con resignación de enfermo por qué coño no has cambiado ya de canal…); y creó Dios a mi padre, que tiene la virtud de mirarte y hablarte desde debajo del balcón con la frescura propia del que lleva ya seis horas en planta ( y es que las lleva el tío…), consigue hacerme sentir culpable de tener los ojos hinchados a las diez de la mañana… joder, que estoy en paro…para mí esto es madrugar…

Al salir de casa aún no han clausurado la feria, es más, sólo acaba de empezar. Para entonces, ya hay un corrillo de tres o cuatro que cuando lo ves de lejos se antoja entre encantador y malévolo. Ahora viene el momento Cibeles… “qué mona va esta niña siempre…”, que no, que no es frase de teleserie, que es de la Conchi, y punto. “¿Cómo está tu madre? ¿hoy no te la llevas? ¿sigues sin trabajo? ¿y el novio? ¿tienes novio? ¿el pelo te lo arreglas tú? Uy qué mono lo llevas… ¿escuchaste anoche el ruido?... eran las dos… qué disparate…. Digo, ay que ver… la gente no respeta ná… verdá que sí, qué poca vergüenza… y el caló que hace hoy otra vé…. Uy chiquilla… yo también, yo también tengo que ir por fruta… ala!, mu bien toto, no te entretengo más… ah! ( dice otra de repente ), pásate por mi casa luego y te dejo el dvd de la boda de mi Rocío… uyyyy…qué bonita estuvo… sale tu madre de fondo en el descansillo llorando cuando la vio salir…” y no me extraña… ¿cómo no iba a llorar mi madre? Una canalla menos, pensaría… “ de la emoción lloraba, de la emoción…” esbozo como puedo y salgo corriendo pero garbosa que me están observando…

Sale una agotada de la primera fase ( como en el Mario Bross…) y queda mucho todavía. De obras. Medio país en obras, ¿por qué iba a ser menos mi barrio? Segunda fase: los albañiles. Después de cuatro meses son ya como mis primos, mis primos salidos claro… “ta luego morenaaaa….”, y yo con un dolor mandibular ya de tanto sonreír arriba del balcón, abajo y ahora… “te vamo a eshá de meno eeehhh…..” , y yo pienso “Núria sonríe, ríeles las gracias que luego a la vuelta te llevan las bolsas hasta el portal…” y me porto, y llego al Super con un estrés de la muerte, le cuento la misma historia día tras día a la cajera del chicle de menta y el pelo tirante, ella, cual peluquera protocolaria hace como que se interesa por mi vida, pero su mayor duda es conocer mi respuesta a la pregunta “ quiere bolsitaaaaaa??????” y sí, quise, quise cuatro bolsitas… cuatro bolsitas de los cojones que me agolpan la sangre en mis manos de pianista hasta que llego a la obra. Nunca pensé que me alegraría tanto de toparme con una cuadrilla de albañiles al mediodía cuando aprieta el calor, la sed y el hambre y las mujeres de cada uno de ellos están tan lejos en sus casas… pero la verdad es que son un cielo y me nutro de ello, este tipo de cosas son los vasos comunicantes de la vida…


El resto es marujeo puro y duro, la vida en el barrio, la hija soltera exiliada que comparte sueño con el pingüino de felpa y el osito rancio de antaño y que, a ratos, entre faena y faena, critica las consecuencias del aburrimiento de la del quinto en su afán de conocer la vida de los demás, la pesadez del señor Cuesta pasando su algodón a lo mayordomo de Tenn por barandillas y zonas comunes, el ruido que hace la de al lado fregando los cacharros y lo gorda que se ha puesto la hija del que fue concejal y que vive enfrente… pero a veces, y sólo a veces, que conste, salgo al balcón, cuando el cielo está negro, cuando las motos ya no te zumban en la cara y se oyen de paso en tres calles más allá, cuando son pocas las ventanas que muestran luz, cuando no existen ruidos ajenos a los de mi propio cuerpo y el expirar del humo de mi cigarro suena como un escape nuclear entre tanto silencio, sólo en esas veces asomo mi nariz al balcón y añoro uno de esos comentarios “imprudentes” pero que tanta falta hacen, hombre ya.