FELIZ AÑO NUEVO?????????
El ciclo vital. El paso del tiempo. Lo efímero del ser humano, la caducidad de la raza, la inútil perseverancia por sobrevivir y la infantil ilusión de ser mejores en precedentes etapas confluyen sin tregua cada treinta y uno de diciembre.
Desear un feliz nuevo año es algo automático, estudiado y aprendido, frase impronunciable muchas veces en personas que, como yo, se sienten personajes de spots publicitarios al tener que decir “Feliz 2009!!!” con una sonrisilla rara que jamás volverán a utilizar hasta después de otros trescientos sesenta y cinco días. Sería más coherente desear a los que quieres que las enseñanzas del año viejo sirvan para vivir mejor el año que llega. O desearles que piensen en los demás al menos un diez por ciento por encima de lo que lo hicieron el año pasado, o pedirles que este año lean más libros, oigan más música, amen más a los animales, paseen más al sol y sonrían mucho los días de viento y lluvia. Recordarles quizá que un año se compone de muchos días, semanas y meses y que, durante todo ese tiempo, hay que cuidar de los amigos, de los que están cerca pero sientes muy lejos, de los que están lejos y sientes tan cerca…, de todos.
No quiero un “Feliz año Nuevo!!!” para vosotros, ni para mi. Quiero vivir el año que tenga que ser, el que me permita forjar mi alma cada segundo y cada mes y cada rato, un año real, con alegrías o penurias, con bienes o sin ellos, con mucha salud o con la que me corresponda, con mucha gente alrededor o únicamente con los que sabes que siempre estuvieron. Quiero un año inteligente, que nos haga sentir pupilos, que nos haga grandes personas, que nos colme de existencia , aunque todo ello implique que no sea “un año feliz” según los cánones establecidos. La felicidad no es reír sin parar con la boca abierta. La mayor parte de las veces eres más feliz cuando entre lágrimas abrazas a quien quieres.
Ríe, llora y abraza de verdad durante el 2009!!!!!!, y aprende, sobre todo, aprende…