martes, 30 de enero de 2007
sábado, 27 de enero de 2007
¿QUIÉN LLAMA...????
Quien dice que la soledad no nos enseña nada, es porque nunca la conoció en su totalidad, ella nos enseña lo miserables que podemos llegar a ser, y nos conduce a la superación. La soledad está mas allá de toda compañía humana o divina. Sólo hay que saber mirar.... ¿hacia dónde?, depende... unas veces mirar al espejo con la cabeza bien alta es síntoma inequívoco de aprendizaje; otras, al hacerlo, tenemos que esquivar nuestros propios ojos porque aún no estamos preparados... La soledad existe como existe la muerte y la propia vida, sólo podemos ser amables con ella al abrirle la puerta, ofrecerle la mejor copa que tengamos en casa, una conversación que le cueste olvidar y un ambiente cálido que le haga ver lo felices que somos, mostrarle nuestra casa limpia y recogida... porque la soledad, como una mala suegra, volverá cuando sospeche que toda esa armonía ha desaparecido, para restregarnos en la cara lo poco que valemos... Sólo cuando nuestros ojos se encuentren en el espejo del alma con su valioso reflejo y no apartemos la mirada, la soledad dejará de visitarnos.
martes, 23 de enero de 2007
EL PODER DEL PRETÉRITO
Los hubieras, hubieses, los pasados imperfectos, los perfectos… asustan. Se agarran a las entrañas para quedarse ahí. Ni el futuro más inmediato los puede despegar… Hay pretéritos irreversibles, presentes que podrían haber sido y que no fueron, pasados que fueron y quisiéramos que nunca hubieran acontecido, deseos que si llegaran o llegasen a hacerse realidad dejarían de serlo para desvanecerse en la nada. Cuando se estudian las conjugaciones y sus tiempos uno no llega del todo a comprender para qué necesita una persona conocer a la perfección el pretérito perfecto del subjuntivo de cualquier verbo… todos creemos entonces que, como las raíces cuadradas, nunca necesitaremos usarlos; son tiempos verbales que se hacen intragables cuando somos pequeños y que aún nos flagelan más cuando alcanzamos la madurez. Son los tiempos del fracaso…, son las acciones que se tiran a un pozo para nunca salir de él, son las lamentaciones del alma, los complejos y las cobardías, el resentimiento y la ira, lo que realmente anhelamos ser frente a un presente real que espera un futuro incierto plagado de condicionales … Sin duda, cualquier frase que comience por un “si hubiera…” no debería jamás ser pronunciada…
domingo, 21 de enero de 2007
viernes, 19 de enero de 2007
MI CARA DE "¿Y AHORA QUÉ?"
Apenas quedan 48 horas para verme inmersa en otra acojonante etapa de mi vida en la que seguramente tendré muchísimas veces esa expresión en la cara... Aunque a más de uno en su día le gustó esta foto con aires futuristas, yo sólo veo en ella el gesto que quisiera por fin dejar de tener y que sin embargo, acompaña a mi rostro de un tiempo a esta parte... Aunque me cuesta admitirlo, no soy más que una niña... Una vez más vuelvo a estar asustada.
lunes, 15 de enero de 2007
NADIA COMANECI Y YO
Las frustraciones forman parte de nuestras vidas, aunque nos joda reconocerlo… mi primera gran frustración la tuve con doce años. Desde los cuatro, había recibido clases de gimnasia rítmica ( actividad muy de niña de colegio de monjas, ya. Pero tenía que escoger entre eso, las sevillanas o el ballet clásico… la gimnasia era como más rebelde… por eso creo que la elegí ). En fin, mi cuerpo sufrió mucho los primeros años. Las contorsiones a las que me sometía aquel profesor bigotudo - que ahora que pienso en él creo que se movía más bien poco de aquella silla plegable - me causaron más de un crujido de huesos y algún que otro esguince muscular… pero yo era feliz; competíamos con otros colegios de la provincia e incluso de fuera de la comunidad. Lo mejor era la cinta. Aprendí a hacer con ella zancadas, molinos y un sin fin de nombres imposibles que describían ejercicios aún peores. No es por presumir, pero no era mala. Mis maillots eran de princesa y dejé crecer mi pelo con mucho esfuerzo, ya que nunca lo he tenido abundante, para recogerme un moño como el de la Nadia Comaneci, que para mi era una diosa… Un día con doce años, me dolió la espalda. Fui con mamaíta al doctor y ahí estaba… una escoliosis de coj… pues eso, la columna dobladita. “Nada de gimnasia contorsionista ni mochilas cargadas de libros”- dijo el sabio traumatólogo a la niña de la boca abierta -. Y la niña se quedó frustrada y con poca delantera por los siglos de los siglos, amén ( sí, sí, porque la gimnasia rítmica te ralentiza el desarrollo, y punto ).
Luego quise aprender a tocar el piano, ya que mi siguiente gran pasión era la música. Mi infancia la pasé viviendo con mis abuelos paternos, en su casa. Mis abuelos eran bienavenidos y mi abuela en concreto era una mujer bastante culta, con estudios superiores y un piano acabado en madera de caoba. Justo el día que me decidí a dar la noticia de que quería ir al conservatorio, supe que mi abuela ya había apalabrado con un señor la venta del puto piano. Me enfrié.
Los animales. Los adoro. “Quiero ser veterinaria” - dijo la niña a la que ya se le había cerrado la boca después de tantos sustos -. Pero claro, cuando en C.O.U. vi que arrastraba aún la Física y Química de 2º de B.U.P. comprendí que si a eso le sumaba la irreparable manía que he tenido siempre de filosofar, lo mío eran las letras… tampoco pudo ser.
Llegó la época de los piercings, los tatuajes y las litronas… y me hice vocalista de un grupo: SOMA. Cantamos en varios pubs y garitos de mala muerte después de haber ensayado y peleado entre nosotros durante horas y días enteros… aquello no tenía futuro… y no, no lo tuvo. Ahora soy demasiado vieja para presentarme a OT y demasiado joven para cantar en verbenas de pueblos fantasmas… me conformaría con un karaoke de esos de verdad, de los de velador, mesitas vestidas de negro con lamparitas tenues y canciones a la carta… pero donde vivo no los hay y tampoco me rodeo de gente muy cantarina que digamos… otra mierda de frustración.
A partir de todo esto, ya no las enumero. Igual que tú no las enumeras, pero sabes que las padeces. Las frustraciones son como esos granos repentinos que salen en la espalda… los notas, te joden, duelen, sabes que son feos y que están ahí… pero como no los ves, te relajas… hasta que un día te giras frente al espejo para verlos y rápidamente te colocas la ropa haciendo como si no estuvieran ahí… qué tontas somos las personas.
Luego quise aprender a tocar el piano, ya que mi siguiente gran pasión era la música. Mi infancia la pasé viviendo con mis abuelos paternos, en su casa. Mis abuelos eran bienavenidos y mi abuela en concreto era una mujer bastante culta, con estudios superiores y un piano acabado en madera de caoba. Justo el día que me decidí a dar la noticia de que quería ir al conservatorio, supe que mi abuela ya había apalabrado con un señor la venta del puto piano. Me enfrié.
Los animales. Los adoro. “Quiero ser veterinaria” - dijo la niña a la que ya se le había cerrado la boca después de tantos sustos -. Pero claro, cuando en C.O.U. vi que arrastraba aún la Física y Química de 2º de B.U.P. comprendí que si a eso le sumaba la irreparable manía que he tenido siempre de filosofar, lo mío eran las letras… tampoco pudo ser.
Llegó la época de los piercings, los tatuajes y las litronas… y me hice vocalista de un grupo: SOMA. Cantamos en varios pubs y garitos de mala muerte después de haber ensayado y peleado entre nosotros durante horas y días enteros… aquello no tenía futuro… y no, no lo tuvo. Ahora soy demasiado vieja para presentarme a OT y demasiado joven para cantar en verbenas de pueblos fantasmas… me conformaría con un karaoke de esos de verdad, de los de velador, mesitas vestidas de negro con lamparitas tenues y canciones a la carta… pero donde vivo no los hay y tampoco me rodeo de gente muy cantarina que digamos… otra mierda de frustración.
A partir de todo esto, ya no las enumero. Igual que tú no las enumeras, pero sabes que las padeces. Las frustraciones son como esos granos repentinos que salen en la espalda… los notas, te joden, duelen, sabes que son feos y que están ahí… pero como no los ves, te relajas… hasta que un día te giras frente al espejo para verlos y rápidamente te colocas la ropa haciendo como si no estuvieran ahí… qué tontas somos las personas.
sábado, 13 de enero de 2007
LLUVIA
Esta foto la tomé una tarde mientras como otras tantas veces no hacía nada… sólo vagar con mi mente por mundos ficticios, soñaba con realidades paralelas en las que no había que renunciar a nada para tenerlo todo, imaginaba situaciones que deseaba vivir, me despojaba de mis miedos y corría en busca de mi yo más profundo, en definitiva, “hacía tiempo” esperando un nada que nunca llega … y entonces cayó la lluvia como si la mano de Dios arrojara desde el cielo clavos de afilada punta. Y la tromba de agua me levantó de mi silla y me despertó de aquel letargo por unos minutos. La lluvia me recuerda siempre que estamos de paso y que los sueños hay que perseguirlos aún dando codazos a nuestro paso... A veces necesito que llueva fuerte.
miércoles, 10 de enero de 2007
lunes, 8 de enero de 2007
AL FIN MÍA......
Aunque muchas veces escribo en mi blog profundidades del alma y sentimientos que sólo me atrevo a expresar en según qué ocasiones, y aún sabiendo que peco otras tantas veces de tachar al mundo y a la humanidad de livianos, egoístas y materialistas, hoy me complazco en mostraros mi parte más frívola, infantiloide y consumista. Con todos vosotros ..... mi camiseta CUSTO BARCELONA, por supuesto fotografiada con etiqueta identificativa... Y para que no quepa duda de su autenticidad podéis verla on line accediendo a la página de CUSTO que gustosamente enlazo desde mi campito de girasoles(http://www.custo-barcelona-shop.com/catalog/index.asp?cid=10010). Mi camiseta aparece justo en esa página con el nombre PAT FOTO, que no sé qué diantres significa... tampoco me importa... De siempre he adorado el estilo CUSTO y estoy feliz con esta camiseta que ha viajado desde la calle Rodríguez Arias en Bilbao hasta mí de la mano de un Papá Noel que este año además de dejarme una pieza de moda de pasarela me ha obsequiado con la presencia breve pero intensa de un sobrinito que cuando ríe es un sol y cuando te mira te parte el alma en mil pedazos. Si ahora diera las gracias a mi hermano por un trozo de tela coloreada en lugar de felicitarlo por tener cada día entre sus brazos la mayor fortuna del mundo sí esataría siendo frívola...
viernes, 5 de enero de 2007
jueves, 4 de enero de 2007
IMÁGENES ILÍCITAS
miércoles, 3 de enero de 2007
EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA
Heme aquí... registrando un oficio... pues sí es mi manita derecha trabajando hoy en la mañana. El trabajo... El trabajo nace con la persona, eso decía Rafael ( o Raphael, yo qué sé ) en una canción. En su caso sí debió nacer con su persona, porque ahí está el tío, con una edad ya más que respetable y sin parar de currar ( o al menos eso nos quiere hacer ver ). Bueno, pero a mi Rafael me da un poco igual, yo vengo aquí a decir que a mi me gusta trabajar. Soy Auxiliar Administrativa y trabajo para la Administración ( sé que suena muy bien, pero no es para tanto, si yo os contara... )
En fin, mi trabajo es muy metódico pero no llega a ser monótono, además el hecho de tener que pagar facturas y hablar de cantidades de dinero que yo no podría atesorar ni viviendo dos vidas seguidas hace que me reafirme en mi postura de no dar al dinero mayor importancia de la que realmente se merece. Tampoco voy en plan budista por la vida, me gustan los euros igual que a todos y en un mes me puedo gastar bastante más en accesorios de moda que en pan y huevos... qué queréis, soy una tía... pero no por eso creo que el ganar dinero y cuanto más mejor sea lo que más importe a la hora de ir a trabajar. A mi lo que me gusta es llegar por la mañana y encontrar a mis compañeros ( digo encontrarlos porque ya están allí, siempre llego tarde... ) y que me den los buenos días y contestarles con una sonrisa ( y eso que mis despertares son satánicos desde que me parió mi madre ). No sé, creo que hay que buscar y por supuesto, encontrar, todo lo bueno que nos aporta el trabajo, al fin y al cabo, pasamos más tiempo trabajando que con la familia. Yo tengo primos legítimos a los que apenas conozco, pero me sé de memoria el DNI de todos los trabajadores del campo de mi centro de trabajo ( bueeeno, el DNI de los nueve trabajadores no, pero si me dices las tres primeras cifras del carné de algunos, me arranco y me sale todo seguido).
Resumiendo un poco, trabajar es bueno y llevar el trabajo con filosofía es más bueno aún, así que no os agobiéis. Además, ¿quién no ha echado nunca un ratito bueno rajando del jefe con los compañeros? eso, como el anuncio de la Master Card, no tiene precio... como tampoco lo tiene esa pedazo de comida de Navidad en la que todo el mundo se quiere con locura y donde hasta el más timidillo se deja llevar después del postre y nos sorprende con una bulería gitano-navideña y nos deja a todos con la boca abierta. Esas cosas hay que disfrutarlas, coño!
Ah!, y el que como yo tenga la suerte de trabajar en una oficina ( suerte porque no sudo ni me arriñono al sol, que también tengo mis pesares eh? ), que pruebe a hacer una cosa: cierra la puerta del despacho con llave, reclina suavemente el respaldo de tu silla, coloca las manos en tu nuca y eleva primero una pierna y luego la otra hasta el filo de la mesa y ... disfruta el momento!. Hoy casi lo consigo... pero llamaron a la puerta!!
En fin, que no nos falte nunca el trabajo.